Si te preguntas cómo ayudar a una persona tóxica, en este artículo encontrarás consejos y psicología para echar una mano a esa persona que quieres. Ayudar en lugar de juzgar y apartarse es muy valiente, aunque también requiere paciencia, autocontrol y mucho tacto. ¿Te sientes capaz?
No piden ayuda, pero la necesitan
La personalidad es algo que parece innato. Nacemos de una determinada forma que marca cómo seremos para el resto de nuestros días. FALSO.
Por supuesto que todos somos distintos en el momento de nacer, pero lo que nos ocurre desde ese momento, la forma de educarnos que tienen nuestros padres, las amistades que formamos, los errores que superamos y los que no, moldean nuestra personalidad.
Esa persona a la que quieres ayudar, puede cambiar.
Todos tenemos la capacidad de cambiar y mejorar nuestras conductas, emociones y pensamientos.
Ayudar a una persona tóxica consiste en hacerle ver que tiene un problema, que tiene hábitos que hay que modificar y animarla para que vea que el cambio hará que su vida mejore.
En la mayoría de ocasiones, cómo ayudar a alguien tóxico se convierte en una tarea titánica. Muchas personas tóxicas no saben que lo son. Y algunas de ellas están muy a gusto con su forma de ser.
Entre los tipos de personas tóxicas están los que quieren ayuda, como los dependientes, y otras que no, como los psicópatas o los narcisistas.
Vamos a ver qué podemos hacer con cada una de ellas.
Cuidado con las etiquetas
Por mucho que las llamemos «personas tóxicas», no debes olvidar que es una equivocación etiquetar a la persona como tóxica, aunque sea el método general al hablar.
Debes cambiar el lenguaje y enfocarte en las conductas, emociones y pensamientos. Al fin y al cabo, una persona con conductas que la dañan, emociones que la hacen sentirse mal y pensamientos que no la ayudan a cambiar, es alguien que necesita ayuda.
Al etiquetar como tóxica a la persona, le estás colocando una característica. Esto puede hacer que la persona se identifique con la etiqueta y le sea más costoso cambiar. Otra posibilidad es que se sienta juzgada. Si ocurre esto, se pondrá a la defensiva, lo que todavía hará más difícil que reconozca su problema.
En cambio, una conducta obsesiva, una emoción sin control y un pensamiento irracional sí pueden considerarse tóxicos y es positivo saber reconocerlos. No daña a nadie que juzgues y etiquetes estas acciones. Al contrario, consigue mostrar que son acciones variables de la persona y que pueden ser modificadas.
Por ejemplo, si crees que estás ante una persona narcisista, llamarlo «narcisista» o decirle que es tóxico la dañará y hará más difícil que puedas ayudarla. Es más efectivo dividir el problema en sus síntomas: No digas «eres narcisista» sino «tienes poca empatía» o «tienes sentimientos de grandiosidad».
A continuación puedes ver varios ejemplos de hábitos tóxicos.
Ejemplos de conductas tóxicas son:
- Mentir con frecuencia.
- Chantajear para conseguir lo que se quiere.
- Adicciones como fumar o un uso excesivo de los teléfonos móviles.
Ejemplos de emociones tóxicas son:
- Enfadarse y dejarse llevar por la emoción, emitiendo gritos y golpes.
- Sentirse mal con uno mismo por lo que se hizo en el pasado.
- Sentir miedo excesivo a volar o a los ascensores.
Ejemplos de pensamientos tóxicos son:
- Creer que no se puede cambiar.
- Tener pensamientos como «Yo no valgo nada», «No merezco que me quieran».
- Pensar «Los demás tienen la culpa de que me vaya mal».
Cómo ayudar a una persona tóxica
Para ayudar a una persona tóxica, primero tienes que mirar hacia dentro. Tienes que analizarte a ti mismo.
Lo siento, pero no hay otra forma. No podrás ayudar a alguien si tú tienes todavía más problemas. Es muy posible que aunque intentes ayudar a la otra persona, la perjudiques.
Se producirá una transferencia de tus problemas y los suyos. La relación empeorará y nadie saldrá beneficiado.
Por tanto, el primer recurso que siempre tiene que estar presente a la hora de cómo ayudar a una persona tóxica es acudir a un profesional de la salud mental.
Intenta comprenderla, ponte en su lugar, entiéndela y comunícale con sinceridad lo que crees que es el problema. Recuerda, no la etiquetas, céntrate en los síntomas.
Así, si consigues que reconozca que necesita ayuda, podrá acudir a un profesional que es quien tiene las mejores herramientas para ayudarla.
Entiendo que en muchas ocasiones es difícil acudir a un profesional. Para estos casos, te dejo unos consejos para que puedas aportar algo de ayuda a la persona que quieres.
Consejos para ayudar a alguien tóxico
- Aunque sus conductas te hagan daño, intenta comprender su situación y no quedarte en lo superficial.
- No cedas a sus manipulaciones. Utiliza la asertividad. Entenderla no quiere decir ceder a sus estrategias para no cambiar.
- Provoca su empatía. Cuéntale cómo te hacen sentir sus conductas y por qué te hacen daño o le hacen daño a otras personas.
- Propón alternativas a su conducta. ¿Hay personas que admira que se comportan de otra forma y les va bien? Díselo.
- Refleja los beneficios que obtendrá al cambiar su forma de ser.
- Alienta el cambio. Cambiar es difícil, si la persona pone el esfuerzo, apóyala en los momentos de flaqueza, pero sin caer en la condescendencia.
El camino del cambio es duro, incluso si sólo tienes que acompañar al que lo hace. Para ayudar a cambiar a una persona tóxica necesitas mucha paciencia y estabilidad emocional.
Que intentes ayudar a una persona tóxica dice mucho de ti. Eres una persona valiente que genera vínculos emocionales fuertes y no deja que se rompan.
A pesar de ello, el cambio lo tiene que hacer la otra persona. No se puede provocar el cambio desde fuera. Si no quiere cambiar, no lo hará. En estos casos, lo mejor que puedes hacer es mirar por ti y alejarte.
Todo lo que necesitas saber sobre la psicología de las personas tóxicas.