El chantaje emocional es un tipo de manipulación muy común que puede tener graves repercusiones en la víctima. El chantajista emocional utiliza esta táctica con frecuencia, pudiendo convertirse en una pesadilla real en el día a día de quien le acompañe.
Qué es el chantaje emocional
El chantaje emocional es una técnica de manipulación básica. Se basa en utilizar las emociones de la otra persona como moneda de cambio para obtener algo.
Todos nos hemos visto envueltos en situaciones donde ha habido chantaje y todos, en algún momento, lo hemos utilizado.
El chantaje emocional es común en discusiones de pareja, en reprimendas de padres a hijos o entre amigos. Esto no quiere decir que seamos personas tóxicas, el problema surge cuando una persona sólo actúa mediante chantajes. Es entonces cuando nos encontramos con la figura del chantajista emocional.
Ejemplos
El primer ejemplo en una relación de padre e hijo:
«Si no te comes las verduras, mamá se va a enfadar.»
Se le dice al niño o niña que si no hace algo (que no quiere hacer), tendrá una consecuencia emocional. Esto tiene graves efectos en el desarrollo del niño. El chantaje emocional, entre otras cosas, provoca que el niño crezca con un apego inseguro.
El niño no se sentirá seguro del sentimiento que sus padres tienen hacia él. Las consecuencias para el niño pueden ser baja autoestima, ansiedad, sentimientos de soledad o identidad poco definida.
Si la madre o el padre educan constantemente bajo chantajes, el niño sentirá que el amor que le tienen es condicional. Es una señal clara de que esos padres son tóxicos.
La madre o el padre, en este caso, podría mejorar su comportamiento con poco esfuerzo:
«Si te comes las verduras te pondrás tan fuerte como Spiderman.» (Cambiar Spiderman por su súper héroe favorito).
Con esta pequeña modificación se evita poner como moneda de cambio el amor y el apego. Tan sólo se enseña un objetivo que quiera conseguir, en lugar de una consecuencia que quiera evitar. Siempre es mejor educar con motivación que con miedo.
Otro caso es el siguiente:
«Si me dejas, no merece la pena vivir.»
Chantaje emocional grave, el auto castigo. Con esa frase se pone como culpable a la otra persona de un posible daño propio. Si se sigue el juego, la culpabilidad puede provocar grandes daños emocionales, ya que la persona que lo utiliza recurrirá a ese sentimiento siempre que necesite mantener el control.
No puedo cerrar el tema sin comentar un chantaje muy potente y difícil de detectar: el silencio.
El silencio se usará para crear un ambiente negativo. El chantajista responderá únicamente con monosílabos, cambiará su comportamiento con la víctima o se alejará físicamente de ella durante un tiempo. La víctima se sentirá culpable mientras dure el mal ambiente. Además, la situación de pasividad provocará confusión y ansiedad, lo que volverá aún más vulnerable a la víctima.
Víctimas frecuentes de un chantajista
Las víctimas que suelen sufrir el chantaje emocional suelen ser familiares, amigos íntimos o parejas.
Este tipo de manipulación necesita de un fuerte vínculo entre actor y víctima. Sin ése vínculo, no surgirían las emociones que necesita el chantajista. El chantaje emocional se basa en las emociones de miedo, la pena y la culpa.
Pueden infundirte miedo con frases como «Tú sabrás lo que haces», al dejar en el aire sus verdaderas intenciones. O pueden hacerte sentir culpable con frases como «Si me quieres no harías eso», también pueden hacerte sentir culpa haciéndose la víctima con frases como «Si no me acompañas me quedaré solo todo el día», o simplemente sentirte en la obligación de hacer lo que te piden porque sabes que se pueden enfadar contigo.
La herida emocional tras pasar por una relación llena de chantajes puede ser muy profunda. Algunas de sus consecuencias son déficits emocionales, baja autoestima, búsqueda de aprobación constante, inseguridad y ansiedad.
Causas y aparición
Como con muchos otras rasgos de las personas tóxicas, el chantajista emocional hereda estos comportamientos si sus padres lo han tratado así. Al sufrir el chantaje en su infancia han aprendido esta forma de actuar para conseguir lo que quieren. Cuanto más tiempo pasa hasta que se trata este problema, más se profundiza en la personalidad y el subconsciente de la persona.
Alguien que ha crecido rodeado de chantajes no conoce otra forma de conseguir lo que quiere de los demás. Esto también indica que el chantajista emocional, en la mayoría de ocasiones, no es consciente de que está realizando una conducta tóxica. No se puede atribuir maldad en sus actos, ya que así lo han educado y reacciona debido a su inestabilidad emocional.
Todo cambia si estamos tratando con un psicópata. Este tipo de personas tóxicas sí que realiza estos comportamientos con frialdad, conociendo su causa, sus objetivos y sus consecuencias.
Cómo evitar el chantaje emocional
Para poder evitarlo, el primer paso es detectar el chantaje. Estar familiarizado con las emociones que provoca, así como con los posibles tipos de chantaje que hemos descrito más arriba, te ayudará a reconocerlos cuando aparezcan con mayor facilidad.
Principalmente, cuando eres objetivo de un chantaje te podrás sentir de alguna de las siguientes emociones:
- Verte obligado a hacer algo que no quieres.
- Sentirte culpable por no ceder ante la petición de otra persona.
- Tener miedo a represalias emocionales por algún ser querido.
- Sentir pena por la otra persona al negarte a cumplir su petición.
6 consejos para afrontar a un chantajista emocional
Una vez detectado, aquí tienes unas pequeñas pautas para salir del chantaje lo más airoso posible:
- No cedas ni una vez para evitar sentirte culpable. La emoción de culpa es una de las más inútiles, te inmoviliza, haciendo que no vivas el presente por algo que pasó en el pasado. Si cedes ante el chantaje, abrirás al chantajista emocional una puerta directa hasta tu cerebro que no dejará escapar.
- Ten el mínimo contacto posible con personas que te hagan sentir culpa, remordimientos o miedo. Aunque te parezca que son sentimientos normales, no lo son y debes evitar sentirlos. Busca a gente positiva que no te pida nada por su compañía.
- Diferencia las peticiones de las exigencias. Si sientes miedo por decir que no a algo que te piden, es muy probable que sea una exigencia.
- Ten en cuenta que las emociones son algo tuyo, personal y que tienes control sobre ellas.
- Comunica al chantajista en voz alta sus intenciones. Pregúntale abiertamente algo como «¿Estás intentando hacerme sentir culpable?». Estas preguntas lo desarmarán.
- Echa un vistazo a las frases de personas tóxicas, te podrán dar más ideas para reconocer algún tipo de manipulación.
El chantajista emocional intentará utilizar tus emociones en tu contra. Tener una autoestima sana y grandes dosis de asertividad te ayudarán a evitar el chantaje emocional.

Todo lo que necesitas saber sobre la psicología de las personas tóxicas.