¿Sientes que el peso de tus obligaciones te supera? ¿Crees que no has disfrutado de tu tiempo? ¿Has llevado una vida ejemplar pero te has dado cuenta de que no es lo que querías? El Club de la Lucha es la mejor película que puedes ver si te sientes así. Aquí te cuento los motivos.
La película empieza con una advertencia
Lee con atención la advertencia que aparece en los primeros instantes de la película El Club de la Lucha:
AVISO
«Si estás leyendo esto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida esta tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿o te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesistas? Sal de tu casa. Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística. Estás avisado…»
Sólo con este primer mensaje ya se pueden apreciar las 3 ideas que se tratan en la película:
- Fugacidad de la vida, aprovecha el tiempo.
- Resistencia a la autoridad y a la sociedad, piensa por ti mismo.
- Huye del consumismo.
En resumen, nos dice que dejemos de lado los «debes hacer» que nos impone la sociedad y que vivamos nuestra vida a nuestra manera.
¿A qué me refiero con los “debes hacer”?
A la vida marcada paso a paso que te dicta la sociedad. Si no cumples los siguientes deberes, serás marginado, discriminado o tomado por loco.
Aquí tienes unas cuantas reglas no escritas sobre las que se basa una vida prototípica en la sociedad actual:
- Debes estudiar
- Debes conseguir un trabajo estable
- Debes cumplir la ley
- Debes vestir a la moda
- Debes comprar un gran coche y una buena casa
- Debes encontrar pareja
- Debes caer bien a tus jefes, suegros, vecinos…
- Debes formar una familia
- Debes trabajar hasta los 70 para ganar una buena jubilación
A fin de cuentas, estas normas marcan un camino que la mayoría de personas siguen sin pensar en qué es lo que de verdad quieren.
La presión social del independiente
Tienen una importancia tan grande, que no cumplirlas ejerce una presión social desmedida. Aquellas personas que se atreven a tomar decisiones independientemente de lo que dicta la sociedad, son presionadas una y otra vez para que vuelvan al camino «normal».
- Si no estudias, te dirán que eres un bala perdida y estás echando tu futuro por la borda.
- Si no tienes un trabajo estable, te dicen que hagas una oposición, que así tendrás trabajo para toda la vida.
- Si vistes diferente al resto, te criticarán.
- Si tienes dinero, te dirán que te compres un gran coche o que lo guardes «por si acaso».
- Si no te has casado a los 40, te dirán que se te pasa el arroz, y te presentarán a alguien que conocen para ver si sientas la cabeza.
Nietzsche propone una teoría que explica por qué nos comportamos así y qué ocurre en nosotros cuando intentamos ser libres e independientes de la sociedad. Vamos a verla.
Nietzsche y las transformaciones del espíritu
Según Nietzsche, la esencia o espíritu de una persona pasa 3 transformaciones antes de ser libre.
Cada una de ellas tiene el nombre de un ser vivo que ejemplifica la descripción de Nietzsche: El camello, el león y el niño.
Todas las transformaciones y el proceso de cambio entre ellas se ven reflejadas en el protagonista de El Club de la Lucha durante la película.
Alerta Spoiler: Si no has visto todavía El Club de la Lucha, no sigas leyendo o te arriesgas a que te destripe partes importantes del argumento.
Transformación 1: El camello
El camello es el estado inicial. Representa a una persona con una carga voluntaria viajando por el desierto. La carga son los “debes hacer” y el desierto es nuestra vida sin sentido.
La mayoría de personas son camellos toda su vida, soportando cargas emocionales, obligaciones laborales, creencias limitantes, normas sociales, etc.
El camello rechaza su voluntad de hacer lo que quiere, reprime sus deseos ante el peso de las normas que lleva a cuestas.
«Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos.»
Por supuesto, hacer algo que no gusta durante mucho tiempo requiere que se justifique y premie comportarse según las normas, como un perro cuando le trae la pelotita a su amo.
El refuerzo mental ocurre cuando alguien justifica tener una vida que no quiere con frases como estas:
- “Estoy haciendo lo que debo hacer, cumpliendo con lo que se espera de mí».
- «Mi familia y amigos se sienten orgullosos de lo que he conseguido, sólo por éso ha merecido la pena el sacrificio».
- «Tengo que dejar de soñar, esta es la realidad y debo aceptarla”.
Pero la realidad es que estas frases provocan un sentimiento de vacío, de que la vida no tiene sentido.
En la película, el camello está representado por el protagonista, el narrador. Tiene un trabajo estable, un piso bien amueblado, pero su vida le da asco.
Transformación 2: El león
El león es la encarnación de los deseos reales de la persona. El león lucha contra la sociedad y sus normas, quiere destruir todo lo que hasta ahora ha aplastado su voluntad.
En la película, Tyler Durden es el león: ataca a todo lo que oprime al narrador: sus posesiones, sus ideales, sus valores, sus normas, su estabilidad.
«Al perder toda esperanza encontré la libertad.»
Esta frase resume la transformación del león. Él quiere la libertad absoluta, la ausencia de cualquier presión, norma o control externo.
Para ello, debe eliminar el sentido de posesión y de pertenencia de la persona:
No poseemos cosas, las cosas nos poseen a nosotros. Cuanto más tienes, más debes hacer para mantener tu patrimonio. El león atacará las posesiones que le encadenan, quedándose sólo con lo básico para vivir.
No pertenecemos a nadie, ni nadie nos pertenece. Los grupos como la familia, los amigos, la raza o la ideología política pierden todo su valor ante el león.
La versión extrema de libertad es perderlo todo, hasta la esperanza. La persona más peligrosa es aquella que no tiene nada que perder, ya que es libre para actuar sin miedo a las consecuencias. Esto es lo que busca el león: cumplir sus deseos sin miedos ni preocupaciones.
Para ello ataca contra todo lo superficial de la sociedad actual: normas sociales, objetos materiales y conceptos abstractos creados por el hombre como son el dinero, la justicia, la familia o el trabajo.
Cuando se elimina todo lo superficial es cuando se consigue la verdadera libertad para actuar siendo uno mismo y vivir bajo la propia voluntad.
Pero cuando llega a su meta y ha eliminado todo lo que llevaba a cuestas, el león pierde su motivo de existencia y vuelve a sentirse vacío. El león no puede construir, sólo destruir.
«La autoperfección es simple masturbación, sólo la autodestrucción conlleva evolución.»
En ese momento de sentirse vacío es cuando se produce la última transformación.
Transformación 3: El niño
El niño representa la creatividad, la inocencia, el hecho de mirar al mundo sin prejuicios, sin creencias y sin sesgos.
Es empezar de nuevo la tabla rasa, la página en blanco de nuestra mente. Y sobre esta página, dibujar. Dibujar y crear nuestro mundo ideal sin las restricciones impuestas por la sociedad.
En la película, esta transformación se representa en la escena final. Se destruyen los edificios y los cimientos sociales existentes, Tyler (el león) desaparece y el protagonista se queda frente a un mundo por construir.
Él es ahora el dueño y arquitecto de su vida y tiene total libertad para hacer lo que quiera.
«Esta es tu vida y se acaba a cada minuto.»
Si todos llegáramos a la última transformación, seríamos totalmente libres, conscientes de todos los conceptos e ideas que nos influyen, capaces de decidir lo que queremos sin miedos.
Se erradicarían la culpabilidad, las preocupaciones, las depresiones, las manipulaciones, la dependencia…
¿Es una utopía? Mientras se imponga el consumismo y la cultura del envase (donde lo principal es el exterior y no el interior), desde luego que sí. Mientras tanto, podemos disfrutar de ésa utopía en el mundo de El Club de la Lucha.
Psicólogo. Utilizando la psicología tanto para vivir mejor, como para vender más. Busco otro punto de vista para el mundo.
Totalmente de acuerdo con esas 3 etapas que llevan a la libertad. Lo único que hay que procurarse es una fuente de ingresos y no tener cargas familiares. Sería interesante también analizar cómo empezar a construir en ese mundo «zona cero» y cómo seguir interactuando con la mayoría que permanece en la etapa camello. Luego hay que tener en cuenta que todo lo que construyamos nos vuelve a crear compromisos, ataduras, etc. solo que esta vez los hemos elegido nosotros, o por lo menos, eso creemos. Existe el peligro de estar construyendo y destruyendo permanentemente por la necesidad de sentir esa libertad de la zona cero una y otra vez. En un folio en blanco podemos dibujar nuestro mundo ideal porque no hay restricciones y nosotros ponemos las normas, pero en el mundo las normas no las ponemos nosotros, y hay que conocer las reglas del juego y ser buen jugador para hacer las cosas bien. Hay muchos artículos que hablan de cómo romper con todo, pero no hay muchos que expliquen qué hacer a continuación; hay que saber manejar la libertad para llegar a donde uno quiere llegar y esa es la parte más dificil. Gracias y saludos.
Fran J. Pastor, te agradezco profundamente por compartir conmigo ésta valiosa aportación. ¡Magnífico análisis! inspirado en el pensamiento de Nietzsche, he aprendido bastánte de el. Me encantará hacerlo extensivo, esperando que ilumine el camino de otras personas. Con tu permiso lo comparto. Saludos!!
Gracias a ti por compartirlo Edgar!
Un gran saludo.
Acabo de conocer tu blog. Tiene un pinta increíble. Me encanta.
La peli El club de la lucha está entre mis favoritas, te hace plantearte las cosas de otra manera. Otra manera con la que estoy de acuerdo: nada de seguir las normas simplemente porque alguien dijo que debia ser así. Cuestionemoslo todo.
Te seguiré de cerca.
Un saludo
Jose
PD: me encanta la plantilla de tu blog xd
Un poco surrealista no?? Es una magnífica quimera. Pero es tan corto el amor y tan largo el olvido
Magnífico artículo, llega en el momento justo a mí.
Gracias.