La alexitimia es un trastorno sobre cómo se procesan las emociones. Su característica principal es la dificultad para identificar y expresar las emociones propias y de los demás.
A este trastorno se le ha llamado, coloquialmente, como «daltonismo emocional».
Por tanto, una persona con alexitimia puede parecer fría, distante o borde. También puede parecer muy egoísta ya que no entiende o aprecia cuáles son las necesidades emocionales de las personas que la rodean.
Aunque la alexitimia puede presentarse en cualquier persona, es más común en aquellas que han sufrido un trauma o han tenido situaciones estresantes durante largos periodos de tiempo.
La alexitimia también puede estar relacionada con trastornos mentales como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno de personalidad histriónico.
Además, suele estar muy relacionada con problemas de falta de motivación y de propósito en la vida.
Por último, las personas con este trastorno son más propensas a las adicciones.
Se estima que alrededor del 10% de la población tiene alexitimia severa y que el 35% tiene una alexitimia moderada.
Síntomas de la alexitimia
Los síntomas de la alexitimia pueden variar de persona en persona, pero estos son los más frecuentes:
- Dificultad para identificar y describir las emociones propias
- Dificultad para identificar y comprender las emociones de los demás
- Poca capacidad para controlar las emociones y detectar su influencia en el pensamiento y comportamiento
- Poco lenguaje emocional, sin variedad de palabras que reflejen su estado de ánimo y reflejar lo que sienten
- Dificultad para entender lo que significan las emociones y cómo afectan el pensamiento y el comportamiento
- Grandes problemas para mantener relaciones cercanas con los demás
- Torpeza para comprender el lenguaje corporal y las señales emocionales de los demás
- Tendencia a evitar situaciones que puedan provocar emociones fuertes
Principales problemas de alguien con alexitimia
La alexitimia afecta la calidad de vida de una persona de diversas maneras. Vamos a ver las 3 principales.
Relaciones
Las relaciones románticas son muy difíciles para las personas con alexitimia. No logran comprender a su pareja, cómo se siente y por qué hace lo que hace. En muchas ocasiones sentirán rabia o frustración ante las emociones de su pareja, que las verá como fuera de lugar, exageradas o incomprensibles.
Esto también la hace parecer una persona fría, que incluso no tiene interés por la relación, cuando lo que ocurre es que no sabe expresar lo que siente.
También suelen tener problemas para entender el lenguaje corporal y las señales emocionales de los demás. Esto les hace ser algo torpes socialmente. Pueden decir cosas fuera de lugar al no entender lo que los demás están sintiendo o, por ejemplo, no detectan ironías.
Motivación
Una persona con alexitimia, al no saber qué siente, no suele desarrollar motivaciones intrínsecas o internas. O sea, no suele tener aficiones que le gusten por el mero hecho de realizarlas. Siempre tiene un para qué, un objetivo, una recompensa en mente.
Su motivación se basa en la estimulación externa: el dinero, el estatus social, el progreso en determinada profesión, el número de seguidores en Instagram, etc.
Esto se traduce en que solo suele hacer lo que tiene que hacer a última hora o cuando ya hay mucha presión.
Adicciones
La alexitimia aumenta el riesgo de desarrollar una adicción. Por otro lado, también se ha comprobado que la adicción puede aumentar el riesgo de desarrollar alexitimia.
La falta de motivación, unido a la incapacidad de gestionar sus emociones, hace que la persona tienda a vías alternativas tanto para paliar el vacío motivacional como apocar sus emociones que no entiende.
Además, la alexitimia puede agravar los síntomas de la adicción y hacer más difícil tratar y superar la adicción.
Orígenes de la alexitimia
Una de las causas más comunes por las que se desarrolla cierto grado de alexitimia es porque, normativamente, los hombres se han visto abocados culturalmente a ella.
El típico eslogan de «los hombres no lloran» es un claro ejemplo. Tradicionalmente, el hombre ha tenido que ser un ser sin emociones, que no se ve afectado por nada. Como mucho, podía sentir ira y frustración. Incluso si no tenía las técnicas necesarias para controlar la ira, era mejor visto reaccionar bruscamente enfadándose que sentir tristeza y llorar.
Es muy probable que hayas visto una situación en la que un niño tenga miedo porque tiene que hacer una presentación en el colegio o tiene un partido de fútbol importante con su equipo. Es entonces cuando, al intentar buscar ayuda en sus padres, amigos o referentes, recibe el mensaje de que «el miedo hay que conquistarlo», «no tienes que tener miedo», «es de débiles».
En estos casos, la ira se convierte en una emoción paraguas a la que, sin ser conscientes, las personas con alexitimia recurren para hacer frente a lo que sienten pero «no pueden sentir».
Es cierto que se está apreciando un aumento de mujeres con alexitimia con el cambio cultural de los últimos años. Por ejemplo, se conoce que el 63% de las personas con anorexia nerviosa sufren alexitimia.
Por otro lado, el aumento del uso de la tecnología y los videojuegos se ha visto relacionado con la alexitimia. El uso de la tecnología suprime el circuito límbico. Por tanto, todo el tiempo que una persona usa tecnología, es tiempo en el que no está desarrollando su sistema emocional.
Terapia y tratamiento
La alexitimia se puede tratar la terapia cognitivo-conductual y terapias centradas en las emociones, como la terapia cognitivo-emocional y la terapia de exposición.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de terapia que se centra en cómo los pensamientos y creencias de una persona les influyen. Suele ser muy útil para las personas con alexitimia porque les ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o distorsionados que pueden estar contribuyendo a su dificultad para identificar y expresar sus emociones.
La terapia cognitivo-emocional (TCE) se centra en cómo las emociones y los pensamientos se relacionan entre sí y cómo pueden afectar el comportamiento y la salud mental. Esta terapia ayuda a identificar y comprender las emociones y a aprender técnicas para manejarlas de manera más efectiva.
La terapia de exposición se utiliza para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos relacionados con el miedo. Se basa en la exposición gradual a las situaciones que han provocado miedo o ansiedad en el pasado. Esto puede ser de utilidad para enfrentar y superar sus miedos y a manejar mejor sus emociones.
La alexitimia es compleja y que suele requerir un enfoque personalizado. Es posible que necesites combinar diferentes tipos de terapia y tratamientos para obtener los mejores resultados. Es importante buscar ayuda profesional. Puedes saber más sobre nuestra terapia aquí.
Bibliografía
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