«The Last of Us» ¿Podría pasar en realidad?

«The Last of Us» es una serie que está arrasando. Basada en una popular serie de videojuegos y ahora siendo adaptada a televisión. Se centra en un mundo post-apocalíptico en el que los supervivientes tienen que prevalecer en un mundo devastado por una pandemia que convierte a las personas en monstruos.

¿Por que nos atraen tanto estos temas?

Hay varias razones por las que las series sobre el fin del mundo nos resultan atractivas. Aquí hay algunas de las posibles razones:

Nos fascina el desastre

A muchos nos gusta ver y experimentar situaciones extremas que normalmente no experimentaríamos en la vida real. El fin del mundo es uno de esos escenarios extremos, que puede ser emocionante y fascinante de ver.

Exploración de la naturaleza humana

En una situación de fin del mundo, los personajes a menudo tienen que luchar por su supervivencia, lo que puede llevarlos a tomar decisiones extremas y a veces moralmente cuestionables. Esto puede ser interesante para los espectadores, ya que les permite explorar la naturaleza humana y cómo las personas reaccionan en situaciones de estrés y peligro extremos.

Aprender habilidades de supervivencia

: Algunas personas ven estas series como una forma de aprender habilidades de supervivencia en caso de un desastre real. Al ver cómo los personajes sobreviven en situaciones extremas, los espectadores pueden aprender algunas estrategias y habilidades útiles en caso de un desastre.

Comunidad y supervivencia

En una situación de fin del mundo, la comunidad y la colaboración son a menudo esenciales para la supervivencia. Las series sobre el fin del mundo a menudo exploran la importancia de la comunidad y cómo la colaboración y la solidaridad pueden marcar la diferencia entre la supervivencia y la muerte.

Pero ¿Podría pasar lo que ocurre en The Last of Us?

En «The Last of Us», el hongo Cordyceps infecta a los humanos y los convierte en criaturas mutantes y caníbales. Este hongo existe realmente y afecta al comportamiento de los insectos y hongos que parasita.

En algunos casos, estos parásitos manipulan el comportamiento de sus huéspedes para que se comporten de manera que beneficie al parásito. Por ejemplo, a algunas hormigas las hace subir a las partes más altas de las plantas, lo que hace que sean más susceptibles a ser comidas por los pájaros, lo que permite que el parásito se reproduzca en los pájaros.

Sin embargo, estos hongos parásitos que afectan el comportamiento de los animales no tienen la capacidad de controlar completamente a sus huéspedes, como se ve en «The Last of Us». En la vida real, los parásitos y hongos solo pueden influir en el comportamiento de sus huéspedes de manera limitada y no pueden tomar el control completo del cerebro humano.

Así que, en definitiva, aunque es posible que el Cordyceps pueda afectar al comportamiento de los animales infectados, es poco probable que pueda controlar completamente a los humanos.

El peligro en el post-apocalipsis nunca está solo

En situaciones de extinción y supervivencia siempre ocurre que el peligro exterior (ya sea el Cordyceps, los zombies o desastres naturales) no es lo único que tener en cuenta. Los humanos nos convertimos en algo peligroso para nosotros mismos y las luchas de poder emergen por doquiera. Esto se debe a varias razones.

Competencia por recursos: En una situación límite, los recursos como el agua, la comida y las medicinas pueden ser escasos. Esto puede llevar a la competencia y la lucha por ellos. Las personas que los tienen pueden tener un mayor poder y control sobre otros, lo que puede llevar a la formación de grupos armados que buscan controlar todos los recursos.

Necesidad de protección: En un mundo post-apocalíptico como en The Last of Us, la seguridad es un bien preciado. Las personas pueden sentir que necesitan protegerse de los peligros del mundo, ya sean otros sobrevivientes, monstruos, enfermedades, etc. Para hacer frente a estas amenazas, pueden unirse en grupos armados para aumentar su fuerza y protegerse mejor.

Diferentes visiones y objetivos: En una situación de fin del mundo, puede haber diferentes visiones sobre cómo se debe reconstruir la sociedad o cómo se deben asignar los recursos. Estas diferencias pueden llevar a la formación de grupos con objetivos y visiones diferentes, y a menudo pueden entrar en conflicto entre sí.

Cambio en la moralidad: En una situación de fin del mundo, las normas y valores sociales pueden cambiar drásticamente. Las personas pueden sentir que las reglas anteriores ya no son relevantes, y esto puede llevar a comportamientos violentos y agresivos, incluyendo la formación de grupos armados. También se fomenta la insensibilidad a las emociones, lo que puede provocar un aumento de la sociopatía (muy similar a la psicopatía en sus síntomas) generalizada, causada por la cantidad de traumas vividos en una situación así.

Es así cómo los humanos nos convertimos en nuestros peores enemigos.

Cuando vemos The Last of Us pensamos que podría ser más posible que con un virus zombie. Quizás lo es. Pero como en toda serie ficticia, nos encontramos con algunas partes de verdad y muchas exageraciones.

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