El trastorno dependiente es una trastorno de la personalidad. Las personas que lo sufren se sienten inseguras, les cuesta expresar sus pensamientos y buscan la aprobación de los demás constantemente.
Sienten que no son capaces de hacerse cargo de sí mismos. Es considerado un trastorno de personalidad ya que se ven afectados todos los hábitos, comportamientos y pensamientos de la persona.
La personalidad dependiente
Las necesidades emocionales y físicas de las personas dependientes requieren de la presencia de otras personas: un amigo, un familiar o una pareja. Se sienten incompletos si están solos. De alguna manera una persona que padece el trastorno dependiente es comparable a un niño.
Por lo general, tienen gran desconfianza de sus habilidades, necesitan sentirse atendidos, no creen en ellos mismos, son incapaces para tomar decisiones y necesitan de otra persona para motivarse o decidir algo.
Características del trastorno de personalidad dependiente
Excesiva docilidad
Las personas que padecen este trastorno tienden a ser muy dóciles y pasivas, evitan confrontaciones asumiendo la culpa para no ser abandonadas. Se disculpan en las disputas aun cuando tengan la razón o estas no hayan comenzado por su culpa.
Ingenuidad
Son muy confiados e ingenuos, pueden sufrir abusos por parte de personas aprovechadas. Su actitud parece relajada pero prefieren no enfrentar sus problemas. Se entregan por completo en sus relaciones sin permitirse ni siquiera pensar en ellos. Son los objetivos ideales para manipular y aprovecharse de ellos.
Son introvertidos
Su comportamiento es como el de un niño durante los primeros días de escuela, el tono de voz de los pacientes del trastorno de personalidad dependiente es bastante bajo y carecen de autoconfianza. Pueden ser infantiles para generar lástima y parecer vulnerables, provocando que otras personas cuiden de ellos.
Temor a las decisiones
Su falta de confianza los hace dudar de sus capacidades. Tienen pánico a tomar decisiones. Siempre tienen dudas de lo que van hacer o decir o hacer y tienen mucho miedo a equivocarse. Algunas decisiones importantes como renunciar a un trabajo para tomar otro, invitar a salir a alguien o escoger una carrera para estudiar pueden ser traumáticas para ellos. Suelen buscar el apoyo y aprobación de los demás para no abrumarse, incluso los demás suelen decidir por él.
Pánico a la soledad
Le tienen terror a la soledad, los diagnosticados con trastorno dependiente siempre quieren compañía, no importa quién sea ni el lugar. Si están en una relación sentimental pueden sobrecargar de problemas a su pareja, haciendo que al cabo de un tiempo los abandonen. Se deprimen cuando pierden a alguien que consideren importante en su vida. Pueden llegan al límite de permitir cualquier clase de maltrato pensando que de esta manera nadie los va a abandonar.
No comunican sus opiniones
Muchas veces no dicen lo que opinan o sienten por temor a ser rechazados. Prefieren seguir la corriente a los demás sin importar cuál sea el tema de discusión. Por ello, puede decirse que estas personas no tienen personalidad o su personalidad está ausente, ya que su opinión y sus decisiones serán siempre influenciadas por otras personas.
Casas del trastorno dependiente
Aunque no se conocen con certeza las causas que provocan el trastorno de personalidad dependiente, hay indicios que apuntan a problemas en la infancia.
El principal problema relacionado con la dependencia es una crianza sobreprotegida. La sobreprotección provoca en el niño una incapacidad para afrontar la realidad. Los padres intentan cuidarlo con tanto empeño que no le dejan asumir riesgos ni decisiones. Se ven obligados a pedir permiso para hacer cualquier cosa y tienen que pedir opinión sobre todo lo que hacen.
Los padres sobreprotectores no fomentan la independencia de su hijo. Su idea es protegerlo, evitar que su hijo sufra o que se haga daño. Pero no se dan cuenta que lo único que consiguen con ello es hacer de su hijo alguien que no puede enfrentarse por si mismo a los problemas, alguien que depende de otras personas para vivir.
Esto puede deberse a unos padres inseguros, neuróticos, con baja autoestima y pesimistas, que ven un mundo muy negativo y peligroso para su hijo. Por ello, intentan protegerlo de todos los males que, subjetivamente, ellos ven en la vida.
Tratamiento del trastorno de personalidad dependiente
Tratamiento del trastorno de personalidad dependiente
El tratamiento para el trastorno de personalidad dependiente puede incluir terapia cognitivo-conductual, que ayuda a las personas a aprender habilidades para tomar decisiones y ser más independientes.
También puede ser útil trabajar con un terapeuta en relaciones para mejorar las habilidades de comunicación y resolución de conflictos.
Una de las habilidades principales a entrenar es la asertividad. Una vez aprenden a gestionar sus propias emociones, es vital que sepan comunicarlas a los demás y establecer sus propios límites.
En definitiva, el trastorno por dependencia es un problema muy grave, que requiere un gran esfuerzo para tratarlo y superarlo. La terapia psicológica y el tratamiento se pueden prolongar durante mucho tiempo.
Si crees que sufres trastorno dependiente o conoces a alguien que puede tenerlo y quieres ayudarlo, entra en este artículo sobre cómo dejar de ser tóxico.
Bibliografía
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 5th Edition. (DSM-5).
- Doron, G., & Mikulincer, M. (2018). Dependent personality disorder: A systematic review of the literature. Journal of Personality Disorders, 32(2), 156-179.
- Gros, D. F., & Strack, S. (2018). Dependent personality disorder: A review of the evidence and a call for increased research. Journal of Personality Disorders, 32(2), 180-192.
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